¿Qué son las verrugas plantares?, son infecciones víricas, el virus causante es el virus de papiloma humano. Hay muchas variantes, que pueden afectar a diferentes lugares a la manos, pies, genitales… Clínicamente se distinguen bien porque se pueden observar unos puntitos negros, son capilares que al deslaminar producen sangrado. Otras verrugas pueden ser crónicas y pueden alojarse bajo las callosidades.

Tienen un periodo de incubación de 1 a 6 meses pudiente ser asintomáticas o no, pueden provocar dolor al apoyo si crecen hacia dentro por la presión en la planta del pie , por lo tanto son lesiones internas. A veces pueden ser exofíticas, con crecimiento hacia fuera en zona de no presión y se pueden desarrollar ante un sistema inmunitario debilitado, alteraciones en la integridad de la piel, así como el calor, humedad, higiene, falta de secado, calzado poco transpirable y suelos públicos. se localizan en las dos primeras capas de la piel, epidermis y dermis.
TRATAMIENTOS son múltiples:
Entre ellos encontramos tratamientos que consisten en cauterizar la lesión hasta provocar una herida que luego hay que curar.
Generalmente se tratan en consulta con una periodicidad semanal 1 o 2 veces por semana con ácidos suaves o moderados. Otros mas fuertes como son vesicantes como la cantaridina y bleomicina.
Ayudamos con tratamiento homeopático, inmunomodulador para activar las defensas en algunos casos.
Incluso láser y cirugía bajo bloqueo anestésico según localización se puede realizar de forma ecoguiada.
Cada tratamiento vendrá enfocado según la edad del paciente, actividad, y tipo de verruga.
Los tipos de verrugas que podemos ver en consulta pueden localizarse en el dorso del pie, planta del pie, dedos, interdigitales, periungueales y subunugueales (bajo de las uñas) y pueden ser únicas , múltiples y en mosaico, éstas últimas las más resistentes de tratar.


PREVENCION:
El contagio es fácil, tanto en el plato de ducha de casa, como en suelos públicos, toallas, así que recomendamos no caminar descalzos y desinfectar bien con lejía las superficies. Controlar la sudoración, puesto que crecen más rápidamente bajo estas condiciones, así como la higiene. Cuidar la integridad de la piel, como descamación y fisuras y desechar limas e instrumental que haya tocado la lesión por evitar su propagación.
También deberemos tener en cuenta el autocontagio, si nos tocamos la verruga la podemos contagiar a otra parte del cuerpo.
Una persona que ha tenido contacto con el virus, es más susceptible de volverlo a contagiarse. Cada persona ante el mismo contacto con el virus reacciona de forma diferente. No todos los que han estado en contacto con el virus les aparecerá una verruga plantar.